Si me preguntan, detrás de cada caja hay una historia, un recuerdo, un gesto de bondad y solidaridad, por tanto, diría que no es una caja, es un abrazo, es la presencia y manifestación de profundo cariño y compañía cuando en este tiempo estamos fraccionados por nuestra condición actual.
Hace más de 20 años, estaba en estado de embarazo esperando a mi primera hija: Sofía. Hubo complicaciones y aunque ella nació, tres días después trascendió, dejándome con muchas inquietudes, preguntas, en una profunda tristeza y confusión que me dejó hasta sin habla.
Si me preguntan, detrás de cada caja hay una historia, un recuerdo, un gesto de bondad y solidaridad, por tanto, diría que no es una caja, es un abrazo, es la presencia y manifestación de profundo cariño y compañía cuando en este tiempo estamos fraccionados por nuestra condición actual.
Podría incluso oler el perfume de las manos amigas, que están abiertas para sostenernos, podría sentir la estrechez de un abrazo, respaldándonos y acompañándonos en el dolor. Podría incluso percibir un gesto amoroso y de la decisión de estar.
Cada elemento con un profundo significado y una intención pura que es elevada al Padre, tu paz y tu encuentro personal. En cada kit, sentirás la compañía de quienes te apoyan en este tránsito, podrás conectar desde el corazón espiritual.
Independientemente de nuestras creencias, hay una bandera que se hace presente en los momentos difíciles y es la unidad de corazones.
Detrás de cada pincel, hay una mujer amorosa, que comparte desde su ser su disposición para lograr esta experiencia, mi gran amiga del alma, su madre, mi mami, mi tía, Lina que deja en cada corazón una gota de esperanza para ir sintiendo la paz por la trascendencia de su ser amado, y poco a poco con seguridad, se sumaran más mujeres u hombres a pintar sus días de colores, y podrán ver su esfuerzo retribuido, con los mensajes que podrán dejar en nuestra página, porque también queremos que nos sientan con ustedes de la mano sosteniendo este camino.